viernes, 1 de junio de 2012

Melchor Ferrer y el juanismo.

Panfleto carlista descubriendo las intrigas del juanismo


Al Carlismo no se le entrega, sean quienes sean, cuantos sean los que sigan en su vía al Conde de Rodezno. El Carlismo no se entrega. porque quedaría por entregar la bandera que sostiene S.A.R el Príncipe Regente. El Carlismo no se entregó en los campos de Vergara, cuando una gran cantidad de personalidades abrazaron al mamarracho de Espartero; el Carlismo no se entregó cuando en 1849 se acogieron muchas personalidades a la amnistía que les daba el espadón Narváez; el Carlismo no se entregó cuando, impulsado por el traidor Lezu, Don Juan III pedía ser reconocido por Doña Isabel como Infante de España; el Carlismo no se entregó cuando en 1879 eran invitadas las honradas masas para que acudieran a la Unión Católica, aunque muchas personalidades claudicaron; el Carlismo no se entregó cuando el cardenal Sancha nos daba sus desinteresados consejos; el Carlismo no se entregó cuando la madre de Don Juan iba a aplaudir a Vázquez de Mella, no sé si en la Zarzuela o en la Comedia; el Carlismo no se entregó cuando el Conde de Rodezno y sus correligionarios se fueron con el General Franco a la Falange, ni el Carlismo se entrega ahora aunque Rodezno y todos los que como él piensan vayan a Lisboa a reconocer a su rey. 

De Melchor Ferrer Dalmau en Observaciones de un viejo carlista a unas cartas del Conde de Rodezno.

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